Si te gusta viajar de formas inusuales en las que la vivencia es más cercana e intensa, el cicloturismo es lo que buscas. Esta actividad recreativa, mezcla entre deporte y turismo, permite entrar en contacto con gente y lugares mientras que se practica ciclismo, lo que convierte la experiencia en algo apasionante.
En Europa el cicloturismo está bastante extendido, pues según datos de la Federación Europea de Ciclistas se cifra en 2.300 millones los viajes cicloturistas realizados a lo largo de 2014 por todo el viejo continente. Sin embargo, en España todavía no está muy popularizado. Son más los turistas extranjeros que recorren nuestro país en bicicleta (generalmente atraídos por el Camino de Santiago) que los nacionales.
Aún así, en los últimos años el cicloturismo está ganando adeptos en España y cada vez son más lo que se interesan por esta forma de viajar. Si estás entre estos últimos, te proporcionamos algunas pautas y consejos para empezar a practicarlo.
Tipos de cicloturismo
Existen tres grandes modalidades de cicloturismo:
1. Viajes organizados: Es la mejor opción para los que están empezando a usar la bicicleta. Los viajes corren a cargo de un guía profesional que organiza toda la ruta y que además gestiona otras cuestiones como la reserva de alojamientos, el servicio de apoyo que cubre los problemas mecánicos con la bici , etc. El viajero tan sólo tiene que llevar su bici y los enseres más esenciales para disfrutar del camino.
2. Viajes de alforja: Se trata de ir un poco a la aventura, es decir, salir de casa con la bici y las cosas necesarias para el viaje, el resto se irá encontrando sobre la marcha. Lugares de hospedaje, emplazamientos donde comer, locales de mantenimiento de bicicletas…Todo esto se deja al azar. Los viajes de alforja son ideales si se dispone de tiempo y de espíritu aventurero.
3. Viajes independientes: Al contrario que los viajes de alforja, éstos consisten en llevar todo lo necesario para dedicarse sólo a pedalear y vivir la experiencia. Entre el material esencial para este tipo de rutas están los elementos para la acampada, la ropa, la comida, los repuestos, etc. Es decir, los básicos necesarios para subsistir a lo largo de todo el trayecto.
Material y equipamiento
En el cicloturismo el material juega un papel fundamental, pero con eso de que llevamos ‘la casa a cuestas’ a veces nos sobrepasamos y cargamos con demasiados enseres. Por eso, hay que saber cuáles son las cosas necesarias para hacer un viaje de estás características y ceñirnos a ellas.
1. La bicicleta: Sin ella no hay viaje, así que es el elemento más importante del plan cicloturista. Es recomendable que la bicicleta seleccionada para realizar el viaje sea híbrida, pues es probable que la ruta contenga tanto tramos de montaña como otros de ciudad. Esta modalidad de bicis se adapta a todos los terrenos y, por lo tanto, dará menos problemas.
2. La vestimenta: Tiene que ser ropa cómoda y deportiva, preferiblemente un culotte y una camiseta ciclista. También habrá que incluir en el equipaje un casco, unos guantes, unas zapatillas de ciclismo, calcetines y gafas de sol. No está de más cargar con algún chubasquero por si llueve y con ropa térmica que nos aisle de las inclemencias.
3. Material de acampada: Hará falta llevar una tienda de campaña, un saco de dormir y un colchón hinchable para no tener que dormir sobre el suelo, sin olvidarse de los palos y el cordón para montar la tienda y el trap para el doble techo.
4. Kit de cocina: Para poder cocinar por el camino necesitaremos un hornillo, una cacerola, un encendedor y cubiertos.
5. Componentes de repuesto: Por si se sufre una avería es importante llevar repuestos y herramientas como bridas, destornillador, bombín, cabezas de radios y grasa para la cadena, entre otras cosas. Todo aquello que consideremos que nos puede ser útil ante un percance será susceptible de formar parte del equipaje.
Preparación física
Para los que no están habituados a realizar largos trayectos en bici, es importante tomarse las cosas con calma. El cicloturismo no trata de competir, sino de disfrutar, así que siempre que estemos fatigados descansaremos y dedicaremos el tiempo a hacer otras cosas.
Teniendo esto claro, es aconsejable prepararse las semanas previas a la salida con una serie de rutinas:
- Hacer salidas aeróbicas: Dedicar los días previos al viaje a rodar con un ritmo suave durante al menos media hora. El fin es preparar las piernas y que no se resientan tanto el primer día de ruta.
- Practicar estiramientos: Tanto antes como después de salir con la bici hay que practicar una serie de estiramientos que preparen el cuerpo para el esfuerzo y eviten posibles lesiones.
- Controlar el peso: En el ciclismo el peso juega un papel bastante importante, por lo que en las fechas previas al viaje debemos mantenerlo a raya. Habrá que evitar las comidas copiosas e intentar comer alimentos ricos en carbohidratos y proteínas.
- Preparación mental: Si no estamos habituados a hacer largos trayectos en bici, la cabeza y el cansancio pueden jugarnos una mala pasada. Lo mejor es evitar las tensiones para afrontar el viaje descansados y sin preocupaciones.
Siguiendo estas pautas estaremos algo más preparados para adentrarnos en el mundo del cicloturismo y disfrutar de nuestro periplo sobre dos ruedas.